Bueno, estaba claro que iba a terminar hablando de cosas de historia por aquí. Al final es algo que me apasiona, me gusta, me embelesa y no suelo hablar mucho de ella porque ser profe, aunque le dediques tiempo a enseñar lo que pasó en el pasado, es enseñar todo de puntillas y con tan poca flexibilidad que a veces no sabes realmente dónde han quedado todos esos trabajos que te costaron días hacer, las investigaciones, el trabajo fin de grado o el de fin de máster. Mi TFG trataba sobre el papel de la mujer de la Grecia Antigua en la guerra y mi TFM fue crear un cuaderno de ampliación con ejercicios, fotitos y todo eso, para 1ºESO, sobre perspectiva de género en la Historia Antigua (cosa en la que me especialicé cuando estuve en la carrera).
El caso es que muchas mujeres me encontraron a mí, porque ya existieron, aunque no se hablara mucho de ellas (o nada), estuvieron ahí e hicieron historia, me encontraron y me miraron a los ojos y me enseñaron muchas cosas. Quiero volver a la frase hicieron historia porque muchas veces pensamos que solo hizo historia Alejandro Magno, Colón o cualquier hombre o mujer que hiciese algo realmente extraordinario y, bueno, sí y no. Yo concibo la historia también como algo hecho desde la casa o desde el patio, no hace falta conquistar un continente, crear la pólvora o escribir un libro para hacer historia, claro que hacerlo la hace, pero la historia es mucho más que la guerra, son las entreguerras, los cuidados, el cambio que se hizo desde abajo, las batallas no contadas que luego salieron a la luz. Nos han contado la historia con efectos especiales, como si fuese una película de Marvel, y lo cierto es que, cuando no lo es, muchas veces también se está haciendo historia.
Volviendo un poco a lo que me lleva aquí ahora, quiero traer también, de alguna manera, un poco de lo que he aprendido en la carrera, de lo que sigo aprendiendo cuando leo libros o simplemente indago. Esta vez quiero hablaros de Telesila, que es una mujer a la que casi nadie conoce y de la que me enamoré perdidamente cuando la estudié para el TFG.
Telesila fue una poeta griega natural de Argos (ciudad griega del Peloponeso) que vivió en torno al S.VI a. C. Era de familia noble y, debido a una enfermedad, consultó el oráculo que le recomendó servir a las Musas, dedicándose a la música y la poesía. Su historia podría partir de una realidad histórica, aunque se cree que se ha ido mitificando y modelando con el paso del tiempo.
Lo que más me gustó de este personaje, es que reunió todas las armas que habían sido dejadas en las casas y armó a las mujeres jóvenes para defender su ciudad. En la Guerra entre Argos y Esparta, todos los hombres se habían ido a la batalla, dejando el lugar en el que vivían custodiado por las mujeres, los niños y los ancianos. Cuando Cleómenes, rey de los espartanos, se dirigió a la ciudad con su ejército, Telesila dirigió a las mujeres, que rodearon la muralla y sorprendieron a sus enemigos. A las caídas en la batalla las enterraron junto a una estatua de Ares como recuerdo de su valor.
Sé que la historia que os acabo de contar parece contraria a lo que os he defendido antes de lo que es o no es la historia, pero creo, sinceramente, que esta batalla que para las mujeres fue un antes y un después, incluso para la historia de Grecia en un sentido mitológico, de asumir la fuerza de sus compañeras, de ver hasta dónde podíamos llegar si quisiéramos y, sobre todo, si no dejasen, fue una semilla que igual ahora mismo no llegamos a ver, pero que en ese momento provocó un terremoto. Con esto no quiero decir que esta batalla, que Telesila y las mujeres que lucharon con ella, cambiase abruptamente la historia, pero sé, de verdad, lo siento y lo sé, que cambió los parámetros en ese momento, que hizo ver de otra manera algunas cosas que hasta entonces ni se habían pensado.
¿No es hacer historia, acaso, el cambiar la mirada aunque sea durante algunas generaciones? ¿No es hacer historia el enfrentarse al enemigo cuando nadie te había enseñado realmente cómo sobrevivir a él? A veces la historia también es un conjunto de creencias que se hicieron ciertas con el paso del tiempo, creamos, entonces, en nuestras ancestras, en la capacidad que tuvieron de hacer lo que no se esperaba que hicieran. Claro que siguió existiendo el concepto de Amazona como algo de lo que huir si eras mujer, claro que existieron las fiestas llamadas Hybristika (Insolencia), que hacían referencia a la insolencia de las mujeres que ocupaban un rol que no era el suyo. Pero, por mucho que exista eso, por mucho que veamos en qué deparó la historia, ese día las mujeres se colocaron el yelmo en la cabeza y, durante aquella batalla, nadie se paró a pensar que ellas llevaban sobre los hombros un rol que no les pertenecía.
Como buena historiadora, os dejo la bibliografía que utilicé para averiguar todo esto que os he contado:
PLUTARCO, Obras morales y de costumbres.
FORREST, W. G., History of Sparta, London, Duckworth, 1980.
VALDÉS GUÍA, M., "La batalla de Sepea y las "Hybristika", culto, mito y
ciudadanía en la sociedad argiva." en Gerión, 1, 23, 2005.
Hola Irene! Estaba buscando inspiración para mi clase de historia de los soportes y la verdad es que tú artículo me ha inspirado mucho, muchas gracias!
Me encanta y me encantará leer todo lo que nos cuentes por aquí. Otra loca de la historia 🙋🏻♀️